top of page

Aula de apoyo

 

 

LECTURA COMPRENSIVA

Estrategias para el trabajo con los niños.

 

Por: TATIANA GIRALDO LÓPEZ

Lic. en Educación Especial U de A

Profesional de Apoyo Pedagógico IENSP

 

Una de las mayores alegrías de los niños, padres y maestros en los primeros años escolares es el momento en el que los pequeños demuestran pueden decodificar un texto; hasta hace algunos años era el fin de entrar a la escuela, aprender a leer y escribir y ante las condiciones económicas y familiares eso bastaba para salir a enfrentar el mundo; había que trabajar y no era tan importante la escuela. Afortunadamente esta realidad ha cambiado con los años y las exigencias del medio también han puesto a la educación en un lugar privilegiado a la hora de construir una mejor realidad y tener una mejor calidad de vida. 

 

A leer y escribir se aprende en preescolar, primero y para los más lentos en segundo de básica primaria; pero ¿Qué pasa con la lectura y la escritura el resto del proceso educativo?, deja de ser un fin para convertirse en un medio podríamos decir; sin embargo leer y escribir es más que aplicar reglas para descifrar un código, en nuestro caso el abecedario; implica una serie de procesos cognitivos, sociales, significa construir un modelo mental coherente, el sentido de lo que está escrito. Una verdadera lectura comprensiva se producirá sólo en la medida en que el lector junto con utilizar la información textual explícita, efectúe un trabajo de evocación y construcción de la representación.

 

Según Quintanal (1996), hay tres niveles a los que puede accederse en la comprensión de un texto. El primer nivel corresponde a la comprensión literal, cuyo producto es la reproducción fiel de lo planteado en un escrito. El segundo nivel corresponde a la comprensión contextual; la información obtenida se integra a una “red” de conocimientos previos o contexto. Es decir, mientras más contacto se haya tenido con la letra escrita y con el tema que se desarrolla u otros afines, más fácil será establecer la comprensión de lo leído, más duradero y más coherente, pues no se tratará de un dato aislado, sino integrado a la “red” de que se hablaba. La comprensión personalizada, o la fase de asimilación, sería el tercer nivel. En este punto, anota Quintanal “el conocimiento se transforma y completa con una valoración del lector, aporta su propio sello personal que hace que la idea emitida por el autor del escrito genere una nueva, más completa y, sobre todo, muy personal, que engrosará ya el bagaje del lector como un nuevo conocimiento”.

 

Entendiéndose entonces la lectura como un proceso y no como una simple acción que se aprende con las famosas cartillas “Nacho lee” o “Cokito” que realmente nada aportan al proceso, pues se quedan en la decodificación del abecedario a continuación se enuncian algunas estrategia para fomentar la comprensión lectora de los niños.

   

1.    Una de las actividades más apropiadas para que los niños inicien el proceso de trabajar la compresión lectora es proporcionar una frase en desorden, en donde los niños deben ordenarla para que así la misma proporcione un significado. Un ejemplo es niño el agua toma, la forma como el niño debe organizar la frase es el niño toma agua.

2.    Otra actividad importante para fomentar la compresión en la lectura es proporcionar un texto corto, en donde se proporcionen algunos datos sobre una historia, después se le deben proporcionar varias imágenes en donde el niño relacione la que tiene que ver con el texto.

3.    También para que los niños aprendan a ubicar lo leído y por ende crear una imagen mental, se les puede proporcionar varias imágenes y después se debe seleccionar una en específico, de acuerdo a algunos datos proporcionados.

4.    Siguiendo con el proceso de comprensión lectora en los niños, se les puede proporcionar una frase corta como: mi mamá toma leche, a esta el niño debe añadir nuevas elementos, lo que daría como resultado, mi mamá toma leche en la casa de la abuela.

5.    El proporcionar cada día una lectura diferente es importante para que el niño pueda comprender diferentes tipos de lectura, después de haber leído es importante hablar con el niño para que él le cuente que leyó, no en forma de examen, sino como cuando alguien cuenta una historia que le sucedió.

6.    Para tener una buena compresión lectora, es importante que los niños relacionen lo leído con una historia de su mundo, esto quiere decir que después de haber leído una historia puedan decir al personaje le paso lo mismo que a mi tía, de esta forma se sabrá que de seguro se comprendió lo leído.

7.    Otra alternativa para que los niños se relacionen con la lectura y la puedan comprender, es realizar una receta con los mismos, de manera que ellos la lean y después comiencen a ponerla en práctica, teniendo en cuenta cada uno de los elementos proporcionados.

8.    Para que los niños creen imágenes mentales sobre una historia es apropiado proporcionarles varias imágenes en donde ellos sean los que generen la historia a partir de dichas imágenes, no tiene que ser muchas imágenes, pueden ser pocas.

 

Para finalizar es importante recordar que como docentes y padres de familia no podemos animar a alguien a leer y escribir si nosotros mismos no lo hacemos; sea por placer, información o autoformación. Es importante que además de que nos vean leer y leamos con nuestros hijos y estudiantes; el contarles sobre lo que leemos o aprendemos en los textos, recomendarles aquellos libros que hemos leído y creemos importante ellos conozcan en aprendan de ellos. La lectura en definitiva no es agradable para aquellas personas que no la disfrutan o no comprenden lo que leen.   

 

 

Bibliografía:

Quintanal Díaz, José (1996), La comprensión lectora (Para leer mejor) Ed. Bruño. Madrid.

Realizado por TALLERARTES IENSPG 2014

bottom of page