Segundo
NUESTROS ESTUDIANTES CON SÍNDROME DE DOWN EN LA ESCUELA… COMO TRABAJAR POR LA INTEGRACIÓN
Cuando llega un alumno con síndrome de Down a la escuela, la mayoría de los docentes se encuentra con que no saben a ciencia cierta qué hacer, por dónde empezar, ni cómo abordar la intervención. El presente artículo pretende proporcionar algunas claves para que un maestro que quiera integrar a un niño o a una niña con síndrome de Down en su clase tenga, al menos, unas mínimas posibilidades de éxito y, sobre todo y especialmente, que no se queme en el intento.
Comencemos por la esencia de la labor docente con los alumnos. Con los alumnos en general, con o sin necesidades educativas especiales y con los alumnos con discapacidad intelectual y síndrome de Down más específicamente, la paciencia es la principal virtud con la que ha de contar un educador. Si hay una palabra que los profesionales repiten incansablemente en el trabajo sobre la intervención con niños y niñas con síndrome de Down esa es ¡paciencia! Y trabajo con amor.
La integración en el colegio requiere mantener la calma, no tener prisa, saber esperar, darle tiempo al tiempo. La inclusión es un camino siempre abierto y que se hace al andar, una dirección que se toma en los centros educativos y a cuyo destino final nunca se llega. Es un proceso en constante elaboración.
La integración educativa del niño con síndrome de Down es una carrera de fondo, un largo camino que, en realidad, ha de durar toda la vida.
En la misma línea de lo mencionado anteriormente, y de forma complementaria, es necesario comenzar a trabajar, ponerse manos a la obra. La paciencia ha de ser una paciencia activa. Eso significa que es necesario comenzar a hacer algo, pero no hacer por hacer. En el caso del niño con síndrome de Down, la “hiperactividad educativa” consistiría en proponerle mil actividades sin sentido o que haga muchas cosas para que no esté en ningún momento desocupado. Muchos alumnos con trisomía se pasan horas y horas coloreando, o copiando textos, o haciendo sumas y más sumas interminables, que el maestro les prepara, en ocasiones con la mejor intención del mundo, queriendo que no pierda su tiempo. Que tengan síndrome de Down no quiere decir que les guste realizar actividades monótonas y repetitivas. Ellos también se cansan y necesitan dejar que su mente se recupere; para que esto pase el maestro debe ser creativo, investigativo, propositivo y sobre todo analizar el nivel de atención del estudiante para crear estrategias educativas, En este sentido, el profesor con interés en integrar a un niño con síndrome de Down en una escuela ha de confeccionar un plan de trabajo en el que tenga previstos pocos cambios pero que tengan altas probabilidades de consolidarse.
El maestro que quiera integrar a un niño en un colegio ha de buscar aliados entre otros profesores, entre los especialistas, en el equipo directivo, entre los padres, en el personal de administración y servicios que pueda prestar la comunidad.
El equipo directivo de los centros educativos, con el director y el jefe de estudios a la cabeza, han de liderar activamente este proceso si se pretende que llegue a consolidarse de forma permanente en las escuelas. Su poder para tomar decisiones organizativas y pedagógicas y dinamizar las actuaciones que se acuerden, convierte en vital su función dentro del complejo proceso de la inclusión.
Llegando a una conclusión que quiero que se tome como un reflexión y un llamado a valorar lo que somos, a respetar las diferencias y a ser mejores seres humanos termino diciéndoles…
Las personas con síndrome de Down nos enseñan capacidad de sorpresa Nos enseñan paciencia en un mundo que vive en velocidad.
Nos enseñan tranquilidad en un mundo prisionero del reloj. Nos enseñan amor desinteresado en un mundo de intereses.
Nos enseñan amor por la vida en un mundo violento y agresivo.
Nos enseñan a valorar los pequeños logros en un mundo en el que solamente unos pocos, los mejores, los número uno, son valorados y admirados. Nos enseñan a agradecer, en un mundo insatisfecho.
Es momento de aprender de ellos.
Lina María Ceballos Sánchez
Astrid Eliana Cossío Moreno
Gloria Estela Mena Mena

CONTENIDOS
Rectoría: Educación de adultos
Coordinación académica: SIEPE
Coordinación de convivencia: La personalidad
Aula de Apoyo: Calñidad de vida y discapacidad
Ciencias Sociales: Basta de Falacias
Educación Artística: Exposición de escultura
Etica y valores Humanos: Nuestras Dudas
Educación Física: El ajedrez
Religión: Colección de cuentos
Matemática: El mensaje divino de los números
Tecnología e informática: Proyecto de elaboración de amacas
Español: Quien no conoce la historia...
Preescolar: Textos pedagógicos
Primero
Segundo: Nuestros Estudiantes
Tercero:
Cuarto
Quinto: La escuela de los animales
Etnoeducación: Sensibilización de la...