LA PALABRA

 

La palabra oral o escrita en la comunicación humana.

 

Las palabras se someten a cada instante al filtro los pensamientos  identificaciones e intuiciones y busca racionalmente darle forma a las ideas. Se habla permanentemente de todo tipo de poderes: del poder de la política, de la tecnología, del armamento militar de tal o cual país. Incluso, se habla del poder de la prensa. Sin embargo, hay un poder que sobrepasa a todos estos: el poder de la palabra. Todas las acciones humanas, desde la articulación del pensamiento, su cultura, sus quehaceres diarios, etc. Están entrelazados y sustentados en sólo 26 signos que representan un alfabeto que, a su vez, es capaz de representar en sonidos, absolutamente, toda la realidad humana, todo lo que le rodea, todo lo que lo hace ser un ser pensante. 
 
Lo primero que se hace frente a la realidad desconocida es nombrarla, y asignarle palabras a lo nuevo y desconocido. Códigos y símbolos se incorporan en el lenguaje. 

Todo aprendizaje comienza como enseñanza de los verdaderos nombres de las cosas o así se ha creído y termina con la revelación de la palabra. Incluso el silencio dice algo, pues trae consigo signos que revelan y expresan. Es de esta forma que se afirma que no se  puede huir del lenguaje, siempre hay comunicación, incluso en estados de inconciencia, por esto se dice que la sociedad está atrapada  por el poder del lenguaje; Por el poder de las palabras que son la cristalización de los pensamientos. 
 
Las palabras para el hombre oral eran poderosas, éstas podían herir como flecha o lanza, se pensaba en ellas como eventos, como en algo verídico que sucedía, se creía en dicho poder, para muchos  las palabras reposaban pasivamente sobre hojas y páginas, esperando a que alguien les diera vida y realidad. 
 
Ese código compartido por cada humanidad lingüística es la que posibilita la comunicación. Las palabras no viven fuera de la sociedad, las personas son su mundo y ellas el de las personas. 

Es tan poderosa la palabra que en algunas culturas orientales y del medio oriente, se decía que ella había sido entregada a los hombres por los dioses, y que era potestad de ellos. 

Sin duda alguna a diario se atropella y la humanidad es atropellada por las palabras, esas mismas que vienen de hombres libres e impredecibles, y que se presentan ante la sociedad como realidad y verdad.  

 
Para finalizar La palabra puede redimir o condenar a una persona, todo depende como se utilice. Es de vital importancia fijarse en todo lo que puede causar pronunciar una sola de ellas, se acude a éstas de manera instintiva como seres humanos, para construir o destruir. Éste poder enseñado por siglos representado en hombres y mujeres que han hecho historia por el rumbo que causaron sus palabras y actos no resulta en vano, algunos han preferido trascender en el mundo por la elocuencia, otros por la integridad en su uso, o en su exagerada pulcritud al usarla. 

 

Luz María Cardona Z

estudiante 11 A